Certificación energética edificios
En España aumenta cada vez más el interés por la etiqueta energética, y es que ya estamos habituados a verlo en los electrodomésticos, cada vez más en los coches y dentro de muy poco, será habitual verlo en los edificios. La certificación energética de edificios, que debería haber entrado en vigor el 1 de enero de 2013, se trata de una nueva normativa por la que todos los edificios de segunda mano tendrán que ser etiquetados energéticamente tanto si van a ser vendidos como alquilados.
Esta nueva legislación es el resultado de adaptar la Directiva Europea publicada el 14 de noviembre de 2012, Directiva 2012/27/UE relativa a la eficiencia energética. Debido a esto, todos los edificios de nueva construcción o los que se rehabiliten deben llevar desde el próximo mes de junio, por ley, una etiqueta de certificación de eficiencia energética similar a las que ya se usan obligatoriamente con los electrodomésticos (sólo quedarán excluidos de esta obligación algunos casos especificados en la normativa).
Según esta ya casi aprobada ley, la etiqueta debe estar presente en la publicidad de la venta de la vivienda o el arrendamiento del edificio. Además, el certificado tendrá una validez máxima de 10 años y cada Comunidad Autónoma deberá establecer sus propias condiciones para la actualización y renovación de la misma.
Ésta tiene una clasificación de siete letras y colores que describirá lo eficaz que es una vivienda en cuanto al consumo de energía:
- La letra A, en color verde, significa que ese edificio es de los más eficientes con un consumo de energía menor al 55% de la media.
- La letra B, con un consumo de entre el 55% y el 75% de energía.
- La letra C, entre el 75% y el 90% de consumo energético.
- La letra D, a partir de aquí se entra en los de consumo medio teniendo los de esta categoría D entre un 90% y 100%.
- La letra E, entre un 100% y un 110% de gasto energético.
- La letra F, este nivel junto con el siguiente (G) se clasifican como alto consumo de energía, con unos niveles muy elevados de consumo de entre 110% y 125%.
- La letra G, la menos eficiente de todas, con un gasto energético superior al 125% lo que se traduce en altas deficiencias energéticas en la vivienda.
Para esto, habrá que tener en cuenta diferentes factores clave como son entre otros, la orientación de la vivienda, la envolvente con el aislamiento del muro y con los cerramientos. Y es que unas buenas ventanas son vitales para poder garantizar la eficiencia energética, las ventanas de PVC de KÖMMERLING cumplen con un gran margen todos los requisitos en este sentido: altos niveles de aislamiento, gran resistencia y elevada hermeticidad son algunas de sus principales características.
Además, en las obras de rehabilitación, debido a la dificultad de poder modificar el muro, es la ventana la que pasa a cobrar la mayor parte del protagonismo en este aspecto.
Este nuevo control, el método de identificación y clasificación del nivel de eficiencia energética de las viviendas, surge para tratar de incentivar la eficiencia energética en edificios y viviendas, que en España hasta ahora sólo se exige para los de nueva construcción y grandes rehabilitaciones de edificios.
Con este nuevo paso se quiere conseguir mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, lograr ahorro energético y económico con una disminución del dinero a pagar en las facturas, reducir los efectos negativos en el medio ambiente, fomentar la creación de empleo y lograr crecimiento económico de una forma saludable, eficiente y sostenible para todos.